Creo que no hay vida después de la muerte.
Creo en la quietud y el silencio antes de toda la existencia.
Creo ser parte de algo más grande, no por eso más importante.
Creo hoy en base a lo que me pasó ayer, no sé que vaya a creer mañana.
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No creo en la imposición de creencias.
No creo que el corazón sea quien dicta un sentimiento.
No creo que mis ojos sean capaces de engañarme a propósito.
No creo, categóricamente, que ayer haya sido nuestro último encuentro.
viernes, octubre 19, 2007
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3 comentarios:
Primero una super queja por quitar tu blog de facebook o no se bien como estaba eso pero no me parece!!! y bueno esta ggenial tu credo, me parece muy sensato, en lo unico que no pienso igual es en la primera oracion, pero como nadie me puede decir q hay despues de la muerte ni lo puedo explicar pues te date el beneficio de la duda, jaja!! saludos!!
Creo en los unicornios tanto como en los extraños seres humanos.
Creo en el polvo de las hadas como creo en la magia del dinero,
capáz de aparecer cosas tan grandes como edificios o tan pequeñas como caramelos.
Creo en las alfombras mágicas tanto como en los luiminosos juegos artificiales.
Creo en las pócimas mágicas como en la alopatía.
¡Pero hay una cosa en la que no creo!
No creo en el amor... ese es sólo un producto de mi imaginación, es un bipolar ser imaginario que me toma y me deja cada que no tengo nada mejor en que creer.
El amor puede tomar significados tan diversos en cada persona, y de tantas formas, que ya no existe.
Si al principio de la humanidad había un solo Dios, quizá también hubo una sola forma de amar.
Miles de años despúes, hemos denigrado ambos conceptos al grado tal, que acaban por significar nada concreto.
Aún así, los que pisamos la tierra seguiremos buscando el amor, aunque nunca sepamos nada de él.
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