viernes, diciembre 22, 2006

El color de mañana

Es despertar asfixiado, reconociendo palmo a palmo el peso que se carga diariamente.
Es darle la espalda a la infancia, a la respiración desbordante, a la cacería de insectos.

Mañana ya es mejor que hoy, pero todo a su tiempo. Y así puede pasar una vida, sin tener real conocimiento del tiempo, y del hoy y del mañana. Ese minuto, ese segundo que marca el hoy y el mañana existe para aquellos que se quedan despiertos a esperarlo, para los demás pasa desapercibido.

Por eso yo lo espero, para no acostarme con el ayer y despertarme con la resaca de hoy. Me quedo despierto hasta que es mañana y así puedo soñar a mis anchas con el ayer, ese ayer de infancia.

BIG M.