Es darle la espalda a la infancia, a la respiración desbordante, a la cacería de insectos.
Mañana ya es mejor que hoy, pero todo a su tiempo. Y así puede pasar una vida, sin tener real conocimiento del tiempo, y del hoy y del mañana. Ese minuto, ese segundo que marca el hoy y el mañana existe para aquellos que se quedan despiertos a esperarlo, para los demás pasa desapercibido.
Por eso yo lo espero, para no acostarme con el ayer y despertarme con la resaca de hoy. Me quedo despierto hasta que es mañana y así puedo soñar a mis anchas con el ayer, ese ayer de infancia.
BIG M.
1 comentario:
Saludos desde La Paz, chido que le estés dando a la escritura, sigue asi tal vez algun dia escribas algo decente, ja! no es cierto wey. Visita mi blog, me imagino que ya sabes quien soy.
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