viernes, marzo 14, 2008

Querido Señor Empleador

obra dramática en 2 actos

-PRIMER ACTO-

Se encuentra el SR. EMPLEADOR reclinado en el asiento de su escritorio, leyendo el periódico deportivo. La oficina es amplia pero austera, no hay mucha decoración. Se tienen que caminar 6 grandes pasos para llegar de la puerta de la oficina al escritorio.
A un lado de la oficina, dando la cara al público, se encuentra un escritorio muy pequeño en donde una SECRETARIA está acomodando muchos papeles en un fólder.
El jefe deja el periódico a un lado y presiona el botón del intercom.

SR. EMPLEADOR (voz gruesa pero amable) – Rosa… Rosita
SECRE- Diga usted licenciado qué se le ofrece?
SR. EMPLEADOR – Tráigame una coquita de la tienda porfavor y me pasa los nuevos póster que mandé diseñar la semana pasada, a ver si ya llegaron.

La secretaria le pinta dedo a través de la puerta y se resigna

SECRE– Sí licenciado, vengo en 5 minutos.

Rosita se levanta del escritorio y camina hacia fuera del escenario. Entra a escena el CONTADOR.

El contador se detiene en la puerta, y antes de entrar se persigna y agarra fuerte su fólder. Toca la puerta.

SR. EMPLEADOR – Ya llegaste m’ija?
CONTADOR – Soy Jesús señor, el contador.
SR. EMPLEADOR - Ah bueno pásale, entra.

El contador entra pero se detiene justo después de cruzar la puerta.

SR. EMPLEADOR - Qué me traes?
CONTADOR – Le traigo el balance de este mes señor.
SR. EMPLEADOR – A ver pásamelo

El jefe extiende la mano y el contador se apresura a dar los 6 pasos para alargarle el fólder. El jefe empieza a hojear, de cuando en cuando voltea a ver al contador, que se encuentra rígido junto al escritorio.

SR. EMPLEADOR - ¿Te das cuenta de lo que me estás dando?
CONTADOR – Sí señor, yo lo hice
SR. EMPLEADOR - Sí ya sé que tú lo hiciste pero no creo q sepas lo q me estás dando. Esto está en números rojos! Quieres que te felicite?
CONTADOR – No señor, solo estoy haciendo mi trabajo.
SR. EMPLEADOR – Bueno pues sigue haciendo tu trabajo y explícame porqué nos está llevando la chingada!
CONTADOR – Señor, cálmese, las cifras no son críticas. Las ventas se han mantenido a buen nivel y se han logrado reducir costos de materia prima, pero este mes entraron nuevos impuestos y tenemos demasiados proveedores que nos cobran muy caro. Ahí tiene la oficina de diseño que nos cobró 15 por unos poster y los de la consultoría que nos sacan 500 pesos cada vez que vienen para que según esto puedan mejorar la comunicación en la empresa.
SR. EMPLEADOR – Pues sí nos están sangrando esos cabrones. ¿Qué sugieres que hagamos?
CONTADOR – Podría usted contratar a un comunicólogo que sepa algo de diseño gráfico y que no cobre muy caro.
SR. EMPLEADOR - ¿Cuánto sugiere que le paguemos?
CONTADOR – Yo creo q podemos pagarle unos 8 mil mensuales y que esté aquí de tiempo completo.
SR. EMPLEADOR – 8 mil pesos!! Por hacer unos diseños y ver que todos se lleven bien? Estás zafado, publica la vacante y no le pongas el sueldo. Ya que esté aquí le decimos que 5 para empezar y que luego vemos.
CONTADOR – Sí señor.


-SEGUNDO ACTO-

Se encuentra el SR. EMPLEADOR en su oficina, jugando golf con una regla T y una pelotita de papel. La secretaria se encuentra limándose las uñas y leyendo una revista estilo COSMO. Junto al escritorio de la secretaria se ha colocado un banco minúsculo de tamaño infantil. Se escucha que tocan la puerta de la oficina y la secretaria inmediatamente guarda su revista y su lima.

SECRE: Sí? Quién es?
DESEMPLEADO: Buenas tardes, soy Pepe Cebollas, vengo a entrevistarme con el Licenciado Pérez.
SECRE: Adelante!

PEPE CEBOLLAS entra al recibidor y la secretaria le extiende la mano hacia el banquito infantil. Pepe hace la seña de que prefiere permanecer parado.

SECRE: Me puede prestar su currículum joven?
PEPE: Sí, claro.

La secretaria recibe el papel y toca a la puerta de su jefe.
El SR.EMPLEADOR inmediatamente deja la regla y el papel en el piso y se sienta en su escritorio como si estuviera escribiendo algo en una hoja de papel.
SR. EMPLEADOR: Pase
SECRE: Licenciado, aquí se encuentra ya el joven a quien va usted a entrevistar para el puesto de comunicación. Quiere que lo pase?
EMPLEADOR(muy concentrado en sus garabatos): Estoy ocupado. Páseme el currículum y en un momento le llamo para que lo haga pasar.

La secretaria da los seis grandes pasos, deposita el currículum en el escritorio y regresa. Cuando cierra la puerta, el Licenciado regresa a su partido de golf.

Después de unos momentos, en el foro se empieza a escuchar un sonido de tic tac de reloj, que viene acompañado de la frustración de Pepe, que de tanto estar parado, decide sentarse en el banquito para niños, con el que su cabeza apenas alcanza la altura del escritorio de la secretaria.

Después de un tiro particularmente malo, en el que se rompe su regla, el jefe decide regresar a su escritorio y recibir al joven. Presiona el botón del interfon y habla a su secretaria.

EMPLEADOR: Rosa, haga pasar al joven si es usted tan amable.
SECRE: Con todo gusto, Licenciado.
SECRE (hacia abajo donde está Pepe): Ya puede usted pasar, lo están esperando.

Pepe entra a la oficina del jefe y se sorprende de la amplitud de la oficina. El Jefe le extiende la mano desde su escritorio y Pepe tiene que dar los seis grandes pasos para estrecharla.

PEPE: Buen día mucho gusto, soy el Lic. José Cebollas.
SR. EMPLEADOR: Toma asiento José, vamos a platicar un poco. Traes tu currículum?
PEPE: Sí señor se lo había dado a su asistente.
SR. EMPLEADOR: Ah sí aquí lo tengo! A ver aquí dice que tienes 25 años, que te graduaste de una buena universidad y que hasta ahora solamente has trabajado por proyectos en algunas épocas del año. A ver dime, a qué has estado dedicando tu tiempo desde que saliste de la universidad m’hijo?
PEPE: Estoy estudiando una Maestría señor, para estar mejor preparado.
SR. EMPLEADOR: Bueno, si tu vocación es ser maestro mejor ve a pedir trabajo en una escuela, no?
PEPE (desconcertado): No señor, la Maestría es un grado de especialización en un área profesional. En mi caso me voy a especializar en comunicación para las organizaciones.
SR.EMPLEADOR: Ahh pues entonces sí aplica verdad? Oye pero cómo esperas que te demos trabajo si no tienes experiencia en el campo laboral? No sabes lo diferente que es la realidad a lo que te enseñaron en la escuela ehh
PEPE: Sí tengo experiencia señor, solo que hasta ahora he tenido que ser un profesionista independiente porque no ha habido oportunidad de integrarme a una empresa de manera formal.
SR.EMPLEADOR: Pues bueno, yo en realidad no entiendo mucho eso de la comunicación, así que si dices que tienes experiencia pues te lo voy a comprar. Lo que yo siempre les digo a los chavos como tú es que no pierdan el tiempo en escuelas y cursos. Yo nunca me paré en la Universidad y mira dónde estoy ahora. Tengo todo lo que necesito.

Pepe se queda callado un momento, y mira a su alrededor como diciendo ¿Esto es su palacio?

SR. EMPLEADOR: Pero bueno, ya basta de asuntos irrelevantes. Me gusta tu perfil, se ve que puedes ofrecer cosas nuevas a mi empresa. Te doy el empleo. Pasa con la secretaria para que te diga cuándo empiezas a venir.
PEPE: Muchas gracias señor, estoy agradecido por su confianza. Antes de irme ... solo quería preguntarle cuál es el salario y las prestaciones que ofrece este empleo.

El SR. EMPLEADOR se queda perplejo, mirando fijamente al muchacho insolente que tiene enfrente. Se levanta de su silla y comienza su discurso:

SR. EMPLEADOR: Mira hijo, en esta empresa habemos puras personas de buena voluntad, honestas y respetables, y confiamos de manera cabal en la palabra de cada uno. Si tú te enfermas, yo te ayudo con las medicinas. Si tú trabajas duro, yo te doy unas vacaciones. Si tu madre se pone malita, te doy chance de que vayas a verla. Cuando tú me pides un papelito que me obliga a hacer todo esto, siento que no confías en mi palabra.

PEPE, un poco intimidado por las palabras del hombre parado frente a él, desvía su mirada del jefe y se resigna.

PEPE: Pues mire, si usted es un hombre de palabra, y todos sus empleados confían en usted, yo no podría ser la excepción. Además yo sé que en toda organización hay una cultura y debemos comprenderla antes de cambiarla. Me conformo con que me diga el sueldo, si es tan amable.
SR. EMPLEADOR: Tu sueldo va a ser de 5 mil pesos mensuales
PEPE: 5 mil? Oiga espéreme tantito, ese dinero me lo gasto con la pura renta y la gasolina que voy a usar para venir hasta acá! ¿No ha considerado el hecho de que a un profesionista no le puede pagar eso?
SR.EMPLEADOR: Mira, en primera no te puedes poner encajoso porque tú estás chavo y no tienes familia qué mantener. Lo que yo te recomiendo que te vengas a vivir a los cuartitos que están acá atrás del mercado de abastos y que te vengas caminando todos los días. Así le hace mi contador y así seguramente le hará otro chavo si tú rechazas la oferta. ¿Cómo ves? Pasa con Rosita la secretaria y ella te va a dar los pormenores de tu trabajo.

Pepe comprende la situación y estrecha la mano del Jefe.

PEPE: Un gusto señor, hasta luego.
SR. EMPLEADOR: Por acá nos vemos hijo, cuídate.

Pepe se encamina al final de la oficina, y luego pasa con la secretaria, que le extiende un papel.

SECRE: Son tus tareas.
PEPE: Me puede prestar una pluma?
SECRE: Claro, aquí tienes.

Pepe escribe algo al reverso de la hoja y le entrega todo a la secretaria. Luego sin decir adiós se va de la empresa.
Rosita, un poco extrañada, toma el papel y lo lee para sí misma. Sonríe. Luego presiona el botón del interfon para hablar con su jefe:

SECRE: Licenciado, el joven Cebollas ya se retiró. Le dejó un mensaje antes de irse, quiere que se lo lea?
SR. EMPLEADOR: A ver, dime qué puso…

SECRE: Dice: QUERIDO SEÑOR EMPLEADOR, PASE USTED A CHINGAR A SU MADRE. Atentamente Cebollas

FIN

lunes, marzo 10, 2008

Personalidad...

Las reglas del juego son las siguientes:

Ventana 1: Lo que yo veo, tú lo ves.
Ventana 2: Lo que yo veo, tú no lo ves.
Ventana 3: Lo que tú ves, yo no lo veo.
Ventana 4: Lo que tú no has visto y lo que yo aún no he podido ver.

Este juego sirve para fortalecer nuestro autoconocimiento y saber cómo es percibida nuestra persona en otros.

Lo que se ve en la primera ventana es nuestro ser social. Los comportamientos que tenemos controlados y que están a la vista de todos, la forma en que nos proyectamos conscientemente ante el otro y que nos reafirma en lo que suponemos ser.
Ej: Soy el futbolista de la escuela, por tanto me visto como futbolista, y converso con fluidez sobre futbol.

Lo que hay en la ventana número dos es lo que casi siempre ocupa nuestro pensamiento y nuestras preocupaciones. Nuestro baúl de los secretos, la caverna de nuestra personalidad oculta. No permitimos que los demás vean este baúl porque podría perjudicar nuestra imagen o autoconcepto.
Ej: Estoy en el equipo, pero sinceramente lo hago nadamás para pertenecer a un grupo y ni le echo ganas. De hecho ni me gusta tanto el futbol...

Lo que está en la ventana 3 es lo más difícil de explicar. La ventana ciega, el punto de nuestra personalidad que no podemos ver, y que todos los demás sí pueden. Es muy complicado lidiar con esto porque nos parece inconcebible que un externo nos venga a enseñar quién somos.
Ej: Luis se cree muy popular en el equipo de futbol pero todos se juntan con él porque tiene coche y los lleva a su casa terminando la práctica.

La ventana 4, la que pasamos sin mirar todo el tiempo, es la ventana oculta. En ella suceden todo tipo de elucubraciones psicológicas que a futuro vienen a definirnos más que las 3 anteriores. Si nosotros no lo vemos y los demás tampoco, no significa que no exista.
Ej: Luis tiene necesidad de pertenecer a un grupo social debido a su falta de contacto fraterno con sus hermanos y todos los refuerzos positivos que ha recibido de su madre al mencionar que tiene amigos.

lunes, marzo 03, 2008

Forgetfulness

This poem belongs to Billy Collins, and it's beautiful. You should check the animated version in this link too: http://www.youtube.com/watch?v=wrEPJh14mcU


Forgetfulness

The name of the author is the first to go
followed obediently by the title, the plot,
the heartbreaking conclusion, the entire novel
which suddenly becomes one you have never read,
never even heard of,

as if, one by one, the memories you used to harbor
decided to retire to the southern hemisphere of the brain,
to a little fishing village where there are no phones.

Long ago you kissed the names of the nine Muses goodbye
and watched the quadratic equation pack its bag,
and even now as you memorize the order of the planets,

something else is slipping away, a state flower perhaps,
the address of an uncle, the capital of Paraguay.

Whatever it is you are struggling to remember,
it is not poised on the tip of your tongue,
not even lurking in some obscure corner of your spleen.

It has floated away down a dark mythological river
whose name begins with an L as far as you can recall,
well on your own way to oblivion where you will join those
who have even forgotten how to swim and how to ride a bicycle.

No wonder you rise in the middle of the night
to look up the date of a famous battle in a book on war.
No wonder the moon in the window seems to have drifted
out of a love poem that you used to know by heart.

Billy Collins

sábado, marzo 01, 2008

Ecos en la eternidad

Me interesa mucho saber de acontecimientos que contienen partes de realidad y de ciencia ficción. Si bien la realidad ya es de por sí algo increíble, cuando se mezcla con un futuro incierto se vuelve ciencia ficción.

El día de hoy leí que existe un almacén de semillas en una isla de Noruega en el Polo Norte, que pretende guardar la información genética de todas las semillas que existen en el mundo. Para el grupo de científicos que comandan este laboratorio, es de vital importancia conservar esta información, ya que los cambios climáticos pronosticados para los próximos años van a borrar de esta tierra a muchas especies de plantas.

La existencia de este gran almacén me remite a la ciencia ficción por la gran seguridad que se le está montando: códigos de acceso, cooperación internacional, en la base de una montaña cubierta de nieve, etcétera. Me hace imaginar el día en que un científico pueda reconstruír genéticamente la semilla de maíz mexicano en la superficie de otro planeta.


Aqui es la entrada del Almacén

Por otra parte, surge mi lado fatalista también. El Gran Almacén está protegido contra inundaciones masivas, ataques de misil, radiación nuclear y temblores. Esto quiere decir que los científicos y gobernantes se están adelantando a lo que podría pasar. No creo que haya una guerra nuclear próximamente, pero inundaciones y fenómenos estilo Katrina seguramente sí.

Quizá otro grupo de científicos decida hacer un almacén genético de la raza humana, y en una de esas mis genes se quedan congelados por la eternidad, hasta que alguien quiera jugar con humanos otra vez.

sábado, febrero 16, 2008

Hoy disparo buenas propuestas, mañana balazos

Algo está sucediendo en Estados Unidos que me ha causado mucha intriga en últimas fechas. Las aulas universitarias de este país se han convertido en zona de alerta y los principales sospechosos son los estudiantes. Las casas de estudio, donde se supone que se encuentran los líderes del futuro, están siendo semilleros de nihilistas asesinos.

Hace unos días un estudiante modelo de una universidad en Illinois llegó a un salón donde estudiaban oceanografía y disparó su escopeta durante varios interminables minutos hacia los estudiantes y luego contra él mismo. Este universitario estudiaba sociología enfocada a la re ingresión de prisioneros a la sociedad, y pertenecía a ese grupo de los llamados "buenos estudiantes". Mató a 5 y dejó malheridos a otros tantos, sin dejar ninguna explicación tras de sí, y creando pánico en todo el país.

¿Qué está sucediendo? Hace menos de 6 meses ocurrió algo similar en Virginia Tech, mismo esquema: estudiante mentalmente alterado dispara al azar contra estudiantes de su propia clase y luego se suicida en el acto. Un loco, inadaptado social que veneraba la violencia y había sido dejado por su novia hace pocos días. Siendo un poco fríos, se puede comprender que la conjunción de varios factores lo hayan llevado a levantar su arma y mostrar su furia contra inocentes de una tranquila universidad.

Lo que me intriga es el caso más reciente, porque el asesino era alguien que nadie esperaba. Un estudiante regular, con un historial limpio ante la policía y una familia normal. ¿Cuántos estudiantes se estarán preguntando ahora mismo si su vida corre peligro en el salón de clases? ¿Cuántos no estarán dudando de algún compañero que se viste de militar, o que los ve raro en la cafetería? Una tragedia está cocinándose en esas mentes jóvenes que quieren la destrucción total del sistema. No son 10, ni 20, son miles de posibilidades latentes de otro crimen similar.

Yo estuve 4 meses en una universidad americana, y siento profundamente la tristeza y la angustia de los que fueron mis compañeros y mis maestros, porque realmente no hay mucho que hacer para disminuir el riesgo ni para aliviar la pena ni el descrédito que desde ahora se volcará contra estas univerisdades. Son excelentes personas las que conocí, gente tan talentosa que no me sorprende que su país y su modus vivendi sea el que rige el mundo actualmente.

Esta preocupación es mi tributo y mi pena para con todos aquellos estudiantes que sí quieren mover al mundo hacia un mejor destino, y que lamentablemente corren peligro por culpa de una sociedad desinteresada y contradictoria.

miércoles, febrero 13, 2008

Raindrops keep falling on my head

When I hear this song my heart reacts in two very different ways. I feel like smiling because of the joyful melody, and I also want to cry because in the last months I've felt too much rain on my head... I guess I'll just have to stop complaining with the sun.

Enjoy the lyrics!

Raindrops keep fallin' on my head
And just like the guy whose feet are too big for his bed
Nothin' seems to fit
Those raindrops are fallin' on my head, they keep fallin'
So I just did me some talkin' to the Sun
And I said I didn't like the way he got things done
Sleepin' on the job

Those raindrops are fallin' on my head, they keep fallin'
But there's one thing I know
The blues they send to meet me won't defeat me
It won't be long till happiness steps up to greet me

Raindrops keep fallin' on my head
But that doesn't mean my eyes will soon be turnin' red
Cryin's not for me'
Cause I'm never gonna stop the rain by complainin'
Because I'm free
Nothin's worryin' me...

lunes, enero 14, 2008

Quédate conmigo

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí. Yacía ahí, en la cama, sin darse cuenta aún de lo que le había sucedido. Su aspecto era tan grotesco que Ana se suicidaría en el momento que se viera en el espejo. Claro, si sus cortas extremidades lograran tomar una pistola. Entretanto, yo me encontraba tratando de recordar lo que había pasado en las 2 horas anteriores. No podía.

Todavía no estaba completamente seguro de estar despierto, contemplando tan tranquilo a Ana. Al parecer, nuestros padres habían estado discutiendo toda la noche en la cocina sobre problemas económicos, mientras dormíamos. Sin embargo no dormimos, hablamos. Hablamos de papá, tan acabado, tan inconstante, tan triste.
–Váyanse a la cama- nos dijeron.
–Pero si apenas nos acabamos de sentar a la mesa!- respondimos casi al unísono. No necesitaron decir nada más, sus miradas nos convencieron de que nos saliéramos de la cocina para que pudiesen hablar. Lo que hablaron no lo escuché, pero no importa, porque ya sé que riñeron, y ese es el punto. Después de todo, tenemos una buena familia, el despido de mi papá solo es una mala noticia que vino como la gota que derramó el vaso.

Me empezó a dar dolor de estómago, casi siempre cuando me da este dolor es porque voy a llorar, pero no lloré. Al contrario, me levanté a dar unos pasos para calmar el dolor. Miré al dinosaurio. Mis ganas de llorar se convirtieron en odio hacia mi hermana. No la entiendo, sencillamente no me cabe en la cabeza lo que hizo. Sin embargo también el odio me lo guardé, después de todo era mi hermana mayor. Me senté junto a la ventana, todavía no había luz en las calles. La señora de la panadería de enfrente estaba peleándose con el candado de la puerta, que debería estar rigurosamente abierta para esas horas. Había junto a ella tres hombres, que todavía no se cambiaban la ropa de dormir, esperando a que la señora le vendiera unas piezas de pan caliente y leche. Me les quedé viendo largo rato, formaban una escena muy particular, el comienzo de un día normal, con preciosos detalles como pan caliente para desayunar.

Cuando acabé mis reflexiones sobre los madrugadores amantes del pan, me di cuenta que estaba llorando. No chillaba, sólo soltaba lágrimas silenciosas, grandes gotas que me rozaban apenas las mejillas. Me gusta llorar, es como la liberación en su máxima expresión. Este llanto significaca el fin de mi infancia, y lo supe en ese momento. Me limpié las lágrimas con la manga de la pijama, y me sentí confundido por no saber si había aprovechado al máximo esa época.

Volví a mirar al dinosaurio, ahora estaba más grande, ya casi no cabía en el catre, su cuerpo se desbordaba y las sábanas ya no alcanzaban a cubrir todo el cuerpo. Me acerqué para tratar de taparle los pies, pero no pude. Ahora noté que su piel tomaba un color rojizo, como de oxidación, como la piel de las serpientes venenosas del zoológico. Me alejé nuevamente, ya repuesto del llanto, y al poco rato el enorme dinosaurio empezó a roncar, primero silencioso, tranquilo, pero después más fuerte, y más fuerte, como si quisiera que sus ronquidos se escucharan en todas partes. A medida de que sus ronquidos crecieron, mi enojo y exasperación también creció, me sentí incómodo y a la vez impotente ante la situación.
–¡Porqué tenías que acabar con todo!?- grité sin ser escuchado.
–¡Porque, teniendo la vida por delante, nos vienes a todos con estas noticias!?- grité de nuevo más fuerte. Me hubiera gustado que me escuchara esta vez, y algo así sucedió.
–No puedes comprender Tomás, ni ahora ni nunca- dijo ella como saliendo del sueño, - no seas malo y ayúdame a empacar, ándale-. Regresé a la realidad. Ahora no pude contener el llanto, los chillidos y el correr a abrazar a Ana.
– No te vayas porfavor, ¡porfavor no te vayas Anita!, no nos dejes, mira si quieres yo convenzo a mi papá de que te deje quedar un poco más, pero porfavor ¡no te vayas!. Sentí sus lágrimas cayendo en mi cabeza, como cuchillos, como cuchillos muy afilados que cortaban nuestros lazos.
– No es necesario, la decisión no es nuestra. No voy a ir muy lejos, te lo prometo. Te quiero mucho hermanito, mi hijo se llamará Tomás-.