Giro la llave en la cerradura, y el peso de todo el día cae junto a mis pies. Busco comodidad en la combinación de la televisión y la cama y no la encuentro.
Maldito calor... mejor me vuelvo a salir de la casa.
A los veinte minutos ya regreso con una cerveza helada en mis manos, todo listo para concretar el descanso anhelado.
Buena sorpresa, es miércoles y hay futbol en la televisión... agusto.
Apenas mi brazo empieza a curvearse para llevar la cerveza a la boca... y suena el celular.
-¿que onda?
-¿dónde estás?
-en mi depa, ya casi me voy a dormir. ¿que haces?
- no pues acabo de dejar a .... en la central, se fue a MTY.
- ah orale, ¿ya se decidió a mudarse?
- no, lo que pasa es que no sabe si su novio está desaparecido o ya falleció...
(la primera vez que te dicen no captas)
- a ver, ¿qué? ¿falleció? no manches qué le paso?
- iba camino a mty y su camión se volteó.
bla, bla, bla... nos vemos.
Vaya llamada, y vaya forma de sacarte de un golpe de nuevo a la realidad. Un momento te encuentras inmerso en tu propia banalidad, y al otro te das cuenta de que alguien acaba de perder la vida, y otras personas acaban de perder media vida también. Una parte de mí siguió viendo el futbol y tomando cerveza, pero otra se quedó muda, y sigue muda, pensando en cómo aprovechar mejor estos días que me quedan.
Descanse en paz... Eddi
jueves, abril 20, 2006
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