La fuga tuvo lugar a las 2 de la tarde, justo después de que a todos los habían llamado al comedor. #46873, alias "El punto G" se había coludido con una de las cocineras para intercambiar vestimentas y así pasar inadvertido a la hora de salida del personal. Este hecho ha sido verificado por los internos que mejor conocían al fugado, que además dejaron entrever que "El punto G" ya había cortejado a más de 20 empleadas durante su estancia en el penal.
Asimismo, "El punto G" había sido de los pocos internos en evitar inmiscuirse en relaciones homosexuales, al punto de cederle sus mujeres a otros hombres para que no lo "apañaran" a él.
Lo que sale de toda lógica en este caso, y que ha sido corroborado por las autoridades, es que #46873 se quedó el turno completo de cocinero, y que después se quedó a lavar los trastes, pudiendo haber escapado mucho antes. Ante este hecho, los que lo conocían dijeron que El punto G nunca se había quejado de estar en la cárcel y que siempre admiró la labor de los empleados, siendo siempre muy respetuoso y llamado a la gente por su nombre.
Fue por esta razón, y por la inteligencia obtusa generalizada en la penitenciaría, que nadie le creyó a "El punto G" cuando anunció su partida, el domingo pasado.
Valiente sorpresa se llevaron los internos de la penitenciaría "El Guayabo" el día de ayer a las 4 de la tarde cuando encontraron a la cocinera sin habla y sin ropa que la protegiera en la celda de #46873.
Investigaciones al día de hoy han arrojado que los datos de "El Punto G" están incompletos y que casi ningún hombre podría decir su paradero. Solamente las mujeres que lo conocieron tienen información útil para encontrarlo, peor se han negado a compartirla con nosotros, sus servidores reporteros...
"Continuará..."
Big M.
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